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Me siento la trampa de una ley que no condena,
que me saca la lengua
y me esconde la oreja.
Me siento el miedo del muerto,
la noche de un sol pálido,
la luna de un planeta que no quiere lunas.
Me siento la suerte de no esperar nada
una salvación que cada tanto se suicida
y cae parada,
y colea
y olfatea el suelo
como quien quiere encontrar una búsqueda,
DEVORAR.
jueves, 5 de agosto de 2010
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5 comentarios:
se siente fuerte...
pero sentir se siente...
que pena que tu escrito se tiña de rojo sangre.
nanoNano comprensivo.
LINDO COMO SIEMPRE.
BENDICIONES!
MONICA
Muy bonito!
El rey indudable!
Sentir es comunicar, ver, hablar y oir, es estar presente; es detenerse a vibrar en lo que uno entrega cada día, bien o mal, seguimos sintiendo y expresando! un abrazo amigo querido! Me has hecho pensar... y sentir...
De manera poética supiste definir la impotencia de la justicia para ser. Como siempre un gusto leer lo tuyo Agustín. Un abrazo-Graciela.
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