lunes, 18 de julio de 2011

¿Cuántas veces dije yo sin contar el último yo?

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Colaborando con mi estado
desayuné milanesas con puré.
Me digo: “no tiene sentido ponerle sentido a todo”
me estoy buscando sentido,
algunos le dicen: estar al pedo.

Yo sé que no hay de que quejarse cuando no existe el tiempo,
mientras aquí no pararé de gritar. Total, el mundo escucha por los ojos.
Siempre aparece, el mundo en mis poemas.
Siempre aparezco yo en mis poemas.
¿Y de qué otra cosa puedo hablar?
¿Qué otra cosa conozco mejor que yo?
Si el mundo lo hago con lo que observo.
Mi mundo y el mundo que usamos todos.
Veo un colectivo lleno y es un poema.
Veo su cuerpo envuelto en pecado y es un poema.
¿Y cuándo no tenés cura? Morite con onda, loco!

Me enseñé que el que aprende, carga.
Cargo sentimientos porque de ellos aprendo.
Y para cargar con eso tu espalda no debe ser una pelusa.
Mirá, los microbios tienen que ser vistos por científicos para existir.
Por lo cual,
¿a todo lo inventamos nosotros, o no?

Yo escribo porque alguien inventó las letras,
las palabras, las ganas de expresarse.
Entiendo que soy pura ganas de expresarme.

me pregunto ¿quién soportará a la victima si el asesino sos vos?

Se me va el segundo que dejé en la parada,
y ahí viene otro bondi lleno,
no lo puedo creer:
esto es un poema.



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fotografía hecha a punto de subir al 152.

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