sábado, 5 de marzo de 2011

Cuando uno sueña

*

Cuando uno sueña, piensa que nada mejor de lo que sueña, puede existir.
Yo soñaba mucho hasta que te vi por primera vez.
Ahí entendí que los sueños a veces no alcanzan la gloria como la puede alcanzar la realidad.
Porque te aseguro que desde ese instante, los sueños y la vida se unieron en vos, en esa imagen inmaculada que todavía me das.
Fue esa vez en la que no tuve que cerrar los ojos para visualizar otra dimensión, sino que por lo contrario, sólo tuve que dejar que ellos se abrieran tanto como pudieran, para dejar que cada sensación que me dabas se haga eterna en mi interior.
Y hoy, que se cumple un año de aquel día y que todavía tengo toda esa eternidad floreciendo por mi ser, no quiero más que cuidarte con el corazón erguido y el coraje absoluto que me da el amarte, entendiendo profundamente que tengo el sueño vivo bendiciéndome cada día con su presencia divina.
Ángela, saboteaste mi realidad y me convertiste en el héroe protagonista de una vida que ni la imaginación hubiese tenido la grandeza de darme.
No hay gracias que alcance, ni escrito que baste,
NO HAY PLUMA, NI TINTA QUE PUEDA CON LA ESPADA QUE DESENFUNDA TU MIRADA.

*

Fotografía hecha por Ángela Vanesa Pereira el 6 de marzo de 2010 en Mai Mai, San Isidro, Buenos Aires, Argentina.
Si me buscan, me encontraran mirando fijo a cámara, mejor dicho, mirando fijo a la fotógrafa que llevaba la cámara.

Dios!
Qué bella eternidad!

*