Ilusiones de corazones sensibles en realidades de familia de cotillón destructor,
una madre que se comió una hija,
un marido, como buen militar, dominado por el cuello gordo de la mujer,
un hermano de dos caras, de insensible sensiblería, apestado por la jungla de los muertos en la mesa a la hora de cenar.
Esas ilusiones murieron allí,
con ganas de vivir desnudas las fueron a vestir,
con ganas de vivir al natural las hicieron maquillar,
ilusiones de rebeldías y libertades ahogadas en la celda de la familia bienestar.
Qué bella la conquista austera de la gula disfrazada de mamá,
que repudió a todo ese amor libertino ajustándole la corbata que ella le invento en la garganta.
Que derrota la tuya, que derrota la nuestra, que derrota la mía,
¿qué monarquía inútil disparo nuestra flor de la escopeta?,
¿qué leyes amorfas dieron de comer a mi espíritu agnóstico?,
¿cómo creí en mi asesino, convidando cerveza en patio de barrio y viajes en cuatro ruedas con discursos bien planchados?
fue, pasó, lo decoraron así:
como un comido intentando comer.
jueves, 21 de mayo de 2009
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1 comentario:
Me gusto!! Beso grande!
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