Qué facultad la mía, la de no saber como salir ileso de las relaciones deshumanizadas con las que suelen manejarse la mayoría de los mortales.
Me fijo un precio por el cual me voy a dejar acribillar, sin importar cuan alta sea la cuota a despilfarrar por mis ánimos agujereados.
Es simple, es una formula impecable si querés sentir como se siente ser un buen punto de apoyo pasajero para los inoportunos sedientos de eficacia en soledades.
No niego mentirme de vez en cuando, pero confirmo que se hace pesado el sueño ajeno cuando el propio no es más que un montón de pasados secándose al otoño de mis impaciencias.
Sobretodo no es abrigo, y yo no soy friolento, así que déjenme con mi mal lustrado corazón, que el ya sabe como maltratarse solo.
viernes, 1 de mayo de 2009
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3 comentarios:
no se, ni presiento que me importe quien sos.
pero me gusta como escribis, desembolves tan bien las palabras que me gusta. (esta oscuro y no veo las teclas)
cuando quieras pasate
salutes
Me gusta cuando escribis en prosa...
muy lindo texto, muy sentidas palabras...
Saludos
Yamila.-
Muy lindo texto Agustin,
me gusta mucho como escribis en prosa.
Saludos
Yamila.-
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