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Punto que nada por el cemento
intenta salir de si.
Se busca entre sus pestañas,
entiende que sus ojos lo salvan.
Pero es su mirada,
que como agua no sangra ante puñaladas,
que como vive... no puede morir.
Si te perdés por acá:
no te confundas sonrisas con amor,
no te inventes dioses, ni ficción.
Ves que mi inocencia se mira el gatillo,
se persigna ante lo que mostrás,
tus piernas podrían ser mi tierra,
tu mentira, mi pasión.
Será salvaje, tu grito no se hará de dolor,
A cantar ahora que el mundo no lo soportará
"Silencio, silencio!"
piden por favor.
Dan vueltas las ruletas, se suicidan los dados,
se marcan las cartas,
y si no hay jugador:
no hay perdedor, no hay ganador.
Y aunque no me fío de ti: mi filosofía,
mirame acá
¿Qué tanto de vida tiene esto, Señor?
La naturaleza mata ¿cómo querés que no lo haga yo?
Vamos,
si me cuelgo de los humos que me alimentan
me voy a condenar a no vivir como los demás,
barrotes de alegría para agarrarse fuerte
y gritar
todo eso que sufrimos callar.
lunes, 4 de enero de 2010
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5 comentarios:
Hola, Agustin, muy hermosa la lectura con audio. Me gustó, el poema, te felicito.
Te invito a conocer mi blog
http://beatrizgiovannaramirez.blogspot.com/
¿cómo subís el audio? es una fantástica idea
Un beso
Hola Agustín.
Estupenda mezcla de letras y audio, felicitaciones.
Agradecida por tu invitación a conocer tu blog.
Un saludo
María
Hermoso... Gracias por compartir,.
Antonio Cruz
¿¿y si nos colgamos de los humos que nos alimentan y nos condenamos a no vivir como los demás??
Sería una opción...
No, demasiado vanidosa...
Mejor cantemos ahora (que el mundo no lo soportará).
Me gustó un montón.
:)
GRACIAAASSS!!!!!
:D
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