Una lente me esquiva,
Dos lapiceras me apuntan,
El alicate sabe demasiado,
Se calla, no quiere verme sufrir,
También sabe que no corta, que lo podría haber tirado hace unas semanas
Y sin embargo todavía reposa en mi escritorio.
Fuego ausente, duerme en esos fósforos,
que intentan ser luz
al ver al libro beige de vestido a flores, refregar sus autores.
Monótona, otra noche de iguales noticias:
Que las hojas esperan, que las tintas se secan
Que mis dedos prefieren el ruido de las teclas.
Aquellos observándome, pienso en observarlos
Pero me hablan del pasado, aliados del alicate,
Saben tanto - de haber estado,
me incomodan sus miradas, atentas,
Y yo se que no hay culpa,
duda, tal vez.
Me suena parte del cuerpo - que quiere volver a verla,
Se inclina hacia la ventana, la alfombra, el suéter... todo es su boca,
Ese aroma, mi cuarto, desnudos a medias cortas, hablando bajito,
Leves sonidos...
y VUELVO a mi silencio, queda un eco danzando,
Mi mirada lo esquiva,
ella sigue viva, en mi cabeza,
dando vueltas, paseando en mi escenario.
jueves, 23 de julio de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Me suena parte del cuerpo - que quiere volver a verla,
escalofriante... me gusto mucho
saludos!
Publicar un comentario