Aquella ala
caminaba empedrados santos
y encontrando una sonrisa de respuesta
decidió media vuelta
y regaló su corazón.
Aquella ala
mujer de belleza a la luz
se busco en
esta ala hombre,
un lugar donde viajar.
Aquellas alas
levantaron vuelos
crearon vientos, aires con nombres,
nubes donde descansar futuros con sabores dulces.
Aquella ala se despertó en la "pacha",
cansada, buscando otro hogar.
Esta ala no baja, todavía vaga en esa atmosfera,
se queda recorriendo los vientos que inventaron,
oliendo los aires que ya no nacerán,
intentando descansar en nubes
que solo le recuerdan en la cara toda esa locura.
A la tierra, cae en gotas la sangre de esta ala
como lágrimas sedientas de amor.
Pero a aquella ala no la manchan, ni si quiera la tocan,
porque esa ala ya no sobrevive en el suelo,
porque esa ala encontró otra ala:
con quien jugar a ser cielo.
sábado, 6 de junio de 2009
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1 comentario:
jugar a ser cielo, eso me encanta
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