y ella lucho por otra yugular...
ahora se deja devorar,
masticar por su mandíbula.
A ella le encanta ser el banquete sabroso
calentito y bien servido-
Sólo el que la probó sabe de su gusto,
sólo el que la consumió sabe cuan venenosa es,
solo te deja con su veneno adhiriéndose a los huesos
pidiendo un poco mas,
muriendo sin enfermedad,
buscando en tu lengua algo de ella,
escarbando en tus muelas una miga mas de ese veneno
que abriga y enfría sin acabar.
miércoles, 10 de junio de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
y al final el veneno da vida
hasta ese veveno se hace fútil ante los que vendran...
Publicar un comentario